COMERCIAL PAZOS, UN NEGOCIO FIEL A MARCAS ICONO DEL MUNDO DE LA MADERA

COMERCIAL PAZOS, UN NEGOCIO FIEL A MARCAS ICONO DEL MUNDO DE LA MADERA

Comerial Pazos, un negocio fiel a marcas icono del mundo de la madera

Si hay algo que distingue a esta empresa familiar que comercializa todo lo necesario para trabajar la madera, es un gran olfato para saber qué marcas no pueden faltar en una oferta como la suya, extensísima, al día en novedades tecnológicas y de una elevada calidad muy apreciada por sus clientes.

Gracias a ellas, Comercial Pazos hace gala de no ser una gran superficie ni una marketplace, sino una tienda pionera en especializarse en herramientas para la madera, concepto que ha sabido trasladar a su página web.

Un punto de referencia al que acuden profesionales y aficionados por su alto nivel de conocimiento hacia el producto y la confianza generada. Fabricantes de herramientas manuales, de accesorios y aceites naturales conforman una familia muy especial de la que Jesús Pazos nos habla con cariño y detalle.

Los fabricantes de serruchos de Sheffield en la madrileña tienda de Embajadores

Sheffield es una zona del Reino Unido de larga tradición en la manufactura de herramientas manuales con acero de gran calidad, tradición que no se ha perdido. Actualmente, aún son muchas las fábricas que continúan produciéndolas: desde serruchos clásicos a serruchos de costilla, sierras de bastidor…

Son herramientas muy valoradas y demandadas desde hace años entre los clientes de Comercial Pazos que trabajan la carpintería en general o bien otros oficios, como el torneado artesanal. Productos muy específicos de los que no siempre existen equivalencias en otros fabricantes del mundo. Thomas Flinn, Robert Sorby y Crown son solo algunas de las firmas que integran esta valiosa gama.

Pfeil, el gigante de las gubias en sus estanterías

Es uno de los pocos fabricantes que hay en el mundo dedicado a esta herramienta de talla desde hace casi cien años, una de las razones por las que esta marca suiza no puede faltar en los lineales de Comercial Pazos.

Dentro del mundo de la madera, su aleación de acero es una de las más apreciadas, pero no solo fabrican la forja de sus utensilios de manera tradicional, también hacen sus propios mangos de madera mediante biomasa. Aunque Comercial Pazos lleva importando sus productos más de 30 años, aún no ha logrado contar con todas sus referencias, aunque sí gran parte, debido a la alta demanda que Pfeil posee a nivel mundial.

Los primeros en traer herramientas japonesas al mercado español

Si de algo está orgulloso Jesús Pazos es de haber sido el primero en España en comercializar herramientas japonesas para trabajar la madera. Y de paso también en el resto de Europa. Su historia comercial se inició nada más y nada menos que apostando por TopMan, el mayor fabricante del mundo de hojas de sierra japonesa, y sobre todo por sus serruchos japoneses. Después esta gran familia ha ido creciendo gracias al fichaje de nuevas firmas que han ido enriqueciendo y dando prestigio a la gama, como Gyokucho y la marca Silky, artífice de las sierras japoneses plegables. Un abanico de marcas de gama alta y apta para todos los precios por la que cada vez se sienten más atraídos profesionales y aficionados.

Accesorios para la madera y su impecable oferta

Para Comercial Pazos es especialmente importante cuidar su oferta de accesorios de herramientas para la madera de la mano de marcas consolidadas. Por eso Wolfcraft y su modelo de empresa familiar ocupa un espacio importante en ella. Con más de 70 años de andadura, este fabricante alemán es un referente en todo tipo de accesorios que no deja de apostar por la innovación y las nuevas soluciones. Muchos de sus productos emblemáticos pueden encontrarse en la tienda física y también en la web como un reclamo no solo para amantes del bricolaje y aficionados, cada vez son más los profesionales de la madera que reconocen su calidad cuando los usan.

Los Top de productos naturales de acabado para la madera

El broche final de la oferta de Comercial Pazos en herramientas y accesorios para la madera lo pone su extenso abanico de productos naturales de acabado para realzar cualquier trabajo en madera maciza. Sus fabricantes son las mejores marcas que en la actualidad hay en el mundo dentro de este campo: Livos, Osmo, Rubio Monocoat, Chesnut, etc. Aceites o ceras mezcladas con aceites que son toda una referencia por su calidad y alta protección.

Si tienes el privilegio de trabajar a diario con estas marcas, nos gustaría saber tu opinón sobre ellas, cuál es tu favorita, la herramienta imprescindible para un profesional, cual es la que más te ha costado comprar, …

Te leemos en los comentarios.

Carpintería y herramientas japonesas: el arte milenario de trabajar la madera

Carpintería y herramientas japonesas: el arte milenario de trabajar la madera

En Japón, la carpintería en madera es un arte ancestral ligado a una filosofía que no caduca: lo creado debe perdurar para siempre porque así es como se da una segunda vida a los árboles. Un oficio cada vez más admirado y venerado en Europa por ebanistas, carpinteros y apasionados de este material. Sus técnicas heredadas y herramientas japonesas aportan una precisión inequívoca y nos hablan de otra manera de trabajar, sin prisas, amante de los detalles y donde el bien más preciado se optimiza mediante ensambles admirables.

Imagen: Christiano Sinisterra

En armonía con el entorno y virtuosos de sus herramientas japonesas

Los conocimientos ancestrales que aplican en sus trabajos los shokunin, los carpinteros japoneses, son una herencia impagable que han ido adquiriendo de generación en generación. Un valioso legado de complejas técnicas perfeccionadas con el paso del tiempo, junto con herramientas japonesas manuales que plantean otra forma de relacionarse con la madera y una manera de trabajar en sus talleres que nada tiene que ver con lo conocido en Occidente; sentados en el suelo, en vez de erguidos, y en calma.

Imagen: Ono Kosuki

Esta posición implica realizar menos esfuerzo para el carpintero, establecer una relación más natural con estas herramientas tradicionales japonesas, pues cortan haciendo el movimiento de tracción y no el de empuje. Una singularidad que lo marca todo y conlleva que el afilado de sus hojas sea una tarea casi sagrada, un verdadero ritual riguroso para el cual los maestros emplean infinidad de piedras de afilado hidratadas con agua.
Pero el verdadero sello de identidad de esta carpintería ancestral es su método de unión sin tornillos, tan solo con elementos propios de este noble material, como si fueran complicados rompecabezas donde todo al final acaba encajando con una precisión sorprendente y, a veces, sin necesitar encolado. Sin que los trabajos pierdan solidez y durabilidad, pueden emplear infinidad de tipos de juntas, algunas sencillas y otras realmente complejas.

Imagen: Ono Kosuki

Dicen que los carpinteros japoneses son casi visionarios de la madera, pues saben ver más allá cuando tienen ante sí una pieza en bruto. Vaticinan qué parte puede ser de la raíz, cuál pertenece a las ramas, si el paso del tiempo terminará venciendo al tronco… Y su fin siempre es el mismo: fabricar un objeto, un mueble o una construcción que perdure a lo largo del tiempo y se encuentre en armonía con su entorno natural.

Técnicas que observan la naturaleza y el arte del keshōmen

Gracias a las herramientas japonesas específicas, esta carpintería se ha podido diversificar en distintas disciplinas, obteniendo siempre unos resultados técnicos en los trabajos cien por cien eficaces y delicados. El carpintero en Japón se vuelca exclusivamente en el arte de trabajar la madera y ello ha propiciado la existencia de diferentes perfiles profesionales perfectamente definidos: algunos se especializan en la fabricación de mobiliario, otros en artesanía en madera, hay maestros consagrados a la edificación (residencias, salones de té, etc.) y ebanistas dedicados a la construcción de templos y santuarios.

Imagen: Ono Kosuki

La naturaleza es una constante fuente de inspiración para estos maestros artesanos japoneses. A raíz de su trabajo de observación han ido dando forma a sofisticadas técnicas de carpintería tradicionales de ensamblaje que son un auténtico arte, aunque la mayoría complicadas de ejecutar por la dificultad que entrañan y el tiempo que precisan. Como okuriari, que se centra en mecanizar la madera hasta darle formas que encajan como puzles. O isukatsu, que imita las alas desplegadas de un ave y permite obtener la mayor resistencia posible. Sin olvidar la técnica milenaria kumiko (asociada a la era Asuka, 600-700 DC) consistente en unir desde muebles a edificaciones ensamblando cientos de diminutas piezas en patrones geométricos bellísimos de estética oriental. Cerca de 200 diseños que además representan un símbolo de la naturaleza.

Otra de las formas de demostrar su maestría es cuidando especialmente el tipo de corte a realizar para obtener la superficie decorativa más bella, la veta más impresionante (el llamado keshōmen). La madera serrada por cuarteo es uno de los métodos más caros y que más madera desperdicia pero, a cambio, cada lado del tablero sirve para ser lucido como la superficie más importante del trabajo o la construcción. De ahí que los maestros carpinteros suelan recurrir a él para zonas decorativas de la casa tradicional japonesa, como el tokonoma.

Herramientas del pasado en la carpintería actual

En la carpintería actual japonesa estas técnicas heredadas desde hace siglos no siempre están vigentes en el día a día por su dificultad. Pero continúan siendo un valioso legado a conservar. Muchas son recopiladas en libros que están considerados como auténticas biblias de consulta para ebanistas y apasionados de este arte. En concreto “Wooden Joints in classical Japanese Architecture” recopila algunos de los ensambles más complejos detallando su proceso.

Imagen: Ono Kosuki

Los carpinteros nipones manejan en su taller infinidad de herramientas japonesas con un nivel de personalización sorprendente. Es decir, podría decirse que cada tarea específica cuenta con una herramienta manual expresamente concebida para su misión. Han sido fabricadas con metales de elevada calidad (las aleaciones se evitan) y maderas tradicionales, la mayoría autóctonas y empleadas en buena parte de sus proyectos de ebanistería. Especies como el sugi (un género de conífera), akamatsu (pino rojo japonés), hinoki (falso ciprés) y keyaki, entre otras.

Un lugar en las carpinterías occidentales

Imagen: Alejandro Ramírez

Estas herramientas manuales japonesas empiezan a estar cada vez más presentes en los talleres de carpinterías occidentales como herramientas complementarias: su función es la misma y pueden ayudar a trabajar con mayor comodidad y eficiencia:

  • Herramientas japonesas para cortar: sierra japonesa o nokogiri, cuyo rasgo más característico es que no lo hace al empujar, sino al tirar. Hay infinidad de tamaños, formas y tipos, como la ryoba: su hoja es semiflexible y lleva dos lados dentados distintos para realizar diferentes tipos de corte.
  • Herramientas japonesas para acabados: cepillo japonés o kanna, que también se distingue por su manera singular de cortar, en el movimiento de tracción, y por incluir una cuchilla convexa y no plana. De nuevo es posible optar por diversos tipos, como el cepillo guillame o el de contrafibra, conocido como kiwaganna.
  • Herramientas japonesas de ensamblado: el martillo japonés, fabricado en acero laminado. En ocasiones los carpinteros realizan a mano sus empuñaduras para crear piezas únicas dignas de ser admiradas.
  • Herramientas japonesas de tallado: como el formón japonés hecho en acero, de nombre nomi, y que comprende una extensa familia.
  • Herramientas japonesas de marcado: algunas siguen siendo muy útiles para estos artesanos de la madera, sobre todo para los carpinteros que se dedican a la construcción de casas tradicionales. Por ejemplo, la herramienta de marcaje sumitsubo, el gramil o kehiki y el cuchillo japonés.

La herencia de los miyadaiku y las nuevas generaciones

Gracias a los carpinteros miyadaiku, Japón posee un extenso legado de templos, santuarios y casas aristocráticas de madera desde tiempos inmemoriales, sobre todo en Tokio y Kioto. Su aparición se vincula a la construcción del templo de Asuka, hace aproximadamente 1400 años. Era el comienzo de la tradición miyadaiku y actualmente se contabilizan en el país del sol naciente alrededor de 500 edificaciones que responden a dicha acepción.

Imagen: King Siberia

Aunque las construcciones actuales propias de esta tipología están sujetas a exigentes normativas y ritmos de trabajo más competitivos, estos maestros no han desaparecido. Su figura sigue siendo importante para garantizar un mantenimiento idóneo de ese valioso legado arquitectónico levantado mediante métodos milenarios para trabajar la madera. Las nuevas generaciones de la carpintería japonesa son conscientes del reto: alcanzar un delicado equilibrio entre las técnicas tradicionales del pasado y la creatividad necesaria para dar respuesta al estilo de vida moderno de hoy.