En Japón, la carpintería en madera es un arte ancestral ligado a una filosofía que no caduca: lo creado debe perdurar para siempre porque así es como se da una segunda vida a los árboles. Un oficio cada vez más admirado y venerado en Europa por ebanistas, carpinteros y apasionados de este material. Sus técnicas heredadas y herramientas japonesas aportan una precisión inequívoca y nos hablan de otra manera de trabajar, sin prisas, amante de los detalles y donde el bien más preciado se optimiza mediante ensambles admirables.

Imagen: Christiano Sinisterra

En armonía con el entorno y virtuosos de sus herramientas japonesas

Los conocimientos ancestrales que aplican en sus trabajos los shokunin, los carpinteros japoneses, son una herencia impagable que han ido adquiriendo de generación en generación. Un valioso legado de complejas técnicas perfeccionadas con el paso del tiempo, junto con herramientas japonesas manuales que plantean otra forma de relacionarse con la madera y una manera de trabajar en sus talleres que nada tiene que ver con lo conocido en Occidente; sentados en el suelo, en vez de erguidos, y en calma.

Imagen: Ono Kosuki

Esta posición implica realizar menos esfuerzo para el carpintero, establecer una relación más natural con estas herramientas tradicionales japonesas, pues cortan haciendo el movimiento de tracción y no el de empuje. Una singularidad que lo marca todo y conlleva que el afilado de sus hojas sea una tarea casi sagrada, un verdadero ritual riguroso para el cual los maestros emplean infinidad de piedras de afilado hidratadas con agua.
Pero el verdadero sello de identidad de esta carpintería ancestral es su método de unión sin tornillos, tan solo con elementos propios de este noble material, como si fueran complicados rompecabezas donde todo al final acaba encajando con una precisión sorprendente y, a veces, sin necesitar encolado. Sin que los trabajos pierdan solidez y durabilidad, pueden emplear infinidad de tipos de juntas, algunas sencillas y otras realmente complejas.

Imagen: Ono Kosuki

Dicen que los carpinteros japoneses son casi visionarios de la madera, pues saben ver más allá cuando tienen ante sí una pieza en bruto. Vaticinan qué parte puede ser de la raíz, cuál pertenece a las ramas, si el paso del tiempo terminará venciendo al tronco… Y su fin siempre es el mismo: fabricar un objeto, un mueble o una construcción que perdure a lo largo del tiempo y se encuentre en armonía con su entorno natural.

Técnicas que observan la naturaleza y el arte del keshōmen

Gracias a las herramientas japonesas específicas, esta carpintería se ha podido diversificar en distintas disciplinas, obteniendo siempre unos resultados técnicos en los trabajos cien por cien eficaces y delicados. El carpintero en Japón se vuelca exclusivamente en el arte de trabajar la madera y ello ha propiciado la existencia de diferentes perfiles profesionales perfectamente definidos: algunos se especializan en la fabricación de mobiliario, otros en artesanía en madera, hay maestros consagrados a la edificación (residencias, salones de té, etc.) y ebanistas dedicados a la construcción de templos y santuarios.

Imagen: Ono Kosuki

La naturaleza es una constante fuente de inspiración para estos maestros artesanos japoneses. A raíz de su trabajo de observación han ido dando forma a sofisticadas técnicas de carpintería tradicionales de ensamblaje que son un auténtico arte, aunque la mayoría complicadas de ejecutar por la dificultad que entrañan y el tiempo que precisan. Como okuriari, que se centra en mecanizar la madera hasta darle formas que encajan como puzles. O isukatsu, que imita las alas desplegadas de un ave y permite obtener la mayor resistencia posible. Sin olvidar la técnica milenaria kumiko (asociada a la era Asuka, 600-700 DC) consistente en unir desde muebles a edificaciones ensamblando cientos de diminutas piezas en patrones geométricos bellísimos de estética oriental. Cerca de 200 diseños que además representan un símbolo de la naturaleza.

Otra de las formas de demostrar su maestría es cuidando especialmente el tipo de corte a realizar para obtener la superficie decorativa más bella, la veta más impresionante (el llamado keshōmen). La madera serrada por cuarteo es uno de los métodos más caros y que más madera desperdicia pero, a cambio, cada lado del tablero sirve para ser lucido como la superficie más importante del trabajo o la construcción. De ahí que los maestros carpinteros suelan recurrir a él para zonas decorativas de la casa tradicional japonesa, como el tokonoma.

Herramientas del pasado en la carpintería actual

En la carpintería actual japonesa estas técnicas heredadas desde hace siglos no siempre están vigentes en el día a día por su dificultad. Pero continúan siendo un valioso legado a conservar. Muchas son recopiladas en libros que están considerados como auténticas biblias de consulta para ebanistas y apasionados de este arte. En concreto “Wooden Joints in classical Japanese Architecture” recopila algunos de los ensambles más complejos detallando su proceso.

Imagen: Ono Kosuki

Los carpinteros nipones manejan en su taller infinidad de herramientas japonesas con un nivel de personalización sorprendente. Es decir, podría decirse que cada tarea específica cuenta con una herramienta manual expresamente concebida para su misión. Han sido fabricadas con metales de elevada calidad (las aleaciones se evitan) y maderas tradicionales, la mayoría autóctonas y empleadas en buena parte de sus proyectos de ebanistería. Especies como el sugi (un género de conífera), akamatsu (pino rojo japonés), hinoki (falso ciprés) y keyaki, entre otras.

Un lugar en las carpinterías occidentales

Imagen: Alejandro Ramírez

Estas herramientas manuales japonesas empiezan a estar cada vez más presentes en los talleres de carpinterías occidentales como herramientas complementarias: su función es la misma y pueden ayudar a trabajar con mayor comodidad y eficiencia:

  • Herramientas japonesas para cortar: sierra japonesa o nokogiri, cuyo rasgo más característico es que no lo hace al empujar, sino al tirar. Hay infinidad de tamaños, formas y tipos, como la ryoba: su hoja es semiflexible y lleva dos lados dentados distintos para realizar diferentes tipos de corte.
  • Herramientas japonesas para acabados: cepillo japonés o kanna, que también se distingue por su manera singular de cortar, en el movimiento de tracción, y por incluir una cuchilla convexa y no plana. De nuevo es posible optar por diversos tipos, como el cepillo guillame o el de contrafibra, conocido como kiwaganna.
  • Herramientas japonesas de ensamblado: el martillo japonés, fabricado en acero laminado. En ocasiones los carpinteros realizan a mano sus empuñaduras para crear piezas únicas dignas de ser admiradas.
  • Herramientas japonesas de tallado: como el formón japonés hecho en acero, de nombre nomi, y que comprende una extensa familia.
  • Herramientas japonesas de marcado: algunas siguen siendo muy útiles para estos artesanos de la madera, sobre todo para los carpinteros que se dedican a la construcción de casas tradicionales. Por ejemplo, la herramienta de marcaje sumitsubo, el gramil o kehiki y el cuchillo japonés.

La herencia de los miyadaiku y las nuevas generaciones

Gracias a los carpinteros miyadaiku, Japón posee un extenso legado de templos, santuarios y casas aristocráticas de madera desde tiempos inmemoriales, sobre todo en Tokio y Kioto. Su aparición se vincula a la construcción del templo de Asuka, hace aproximadamente 1400 años. Era el comienzo de la tradición miyadaiku y actualmente se contabilizan en el país del sol naciente alrededor de 500 edificaciones que responden a dicha acepción.

Imagen: King Siberia

Aunque las construcciones actuales propias de esta tipología están sujetas a exigentes normativas y ritmos de trabajo más competitivos, estos maestros no han desaparecido. Su figura sigue siendo importante para garantizar un mantenimiento idóneo de ese valioso legado arquitectónico levantado mediante métodos milenarios para trabajar la madera. Las nuevas generaciones de la carpintería japonesa son conscientes del reto: alcanzar un delicado equilibrio entre las técnicas tradicionales del pasado y la creatividad necesaria para dar respuesta al estilo de vida moderno de hoy.

6 Comentarios

  1. Felicitaciones por el articulo, es de anotar que en la filosofía japonesa los árboles son el vehículo con el cual el hombre desciende del cielo y por lo tanto son sagrados. De esta forma deben ser tratados con mucha técnica y cuidado.
    Les recomiendo generar videos para entrenar en las herramientas japonesas. Felicitaciones de nuevo

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    • Virginia Serrano

      Muchas gracias Pedro por la felicitación y por las sugerencias. Desde luego tomamos nota, nos parece muy buena idea apoyar contenidos de este tipo con vídeos que mejorarían su divulgación.
      Saludos

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  2. Me encanta trabajar con las sierras japonesas y eso qe las mías no son muy buenas. Cuando pueda me compro una buena seguro

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    • Virginia Serrano

      Gracias Ángeles y a seguir aprendiendo y mejorando con las herramientas japonesas. ¡Saludos!

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  3. Excelente publicacion me gustaria aprender la carpt manual muy importante detalle q señala de trabajar sin apuro asi entiendo es como se debe hacer para q quede con calidad

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    • Virginia Serrano

      Muchas gracias Ernesto por tu comentario. Si te apetece iniciarte con estas herramientas te recomiendo que consultes la web de Comercial Pazos (https://comercialpazos.com/) y si vives en Madrid o tienes ocasión de venir, que te pases por la tienda. Te asesorarán sobre las herramientas manuales que más te pueden interesar.

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