LA EXPERIENCIA DE VIVIR EN LAS RAMAS
La experiencia de vivir en las ramas
En el mundo existen pocos ejemplos de arquitectura de casas en lo alto de imponentes coníferas pero el hombre siempre ha tenido la ilusión de vivir esa experiencia, más como un juego que una necesidad. Gracias a Corowai este sueño se ha materializado con cabañas de madera hechas a mano para ser montadas en kit en la copa de los árboles. Son construcciones respetuosas con la naturaleza que las rodea porque sus creadores aman la madera, trabajar con ella y sentirla cerca practicando slow wood, toda una filosofía de vida.
El pueblo aborigen donde inspirarse
Kolufo es como se llama la tribu aborigen del sureste de Nueva Guinea Occidental y la arquitectura de sus hogares no pasa desapercibida, viven literalmente en las copas de los árboles más fuertes. Construcciones que alcanzan hasta los 35 metros de altura para estar a salvo de inundaciones, inclemencias meteorológicas y depredadores, entre otros enemigos. Cuanta más alta sea, mayor es el status del clan que la habita.
Cortesía corowai.es
Para Jorge Fernández de Mendiola, el alma de Corowai, conocer su existencia le ayudó a pensar que su proyecto podría tener sentido algún día, hasta se inspiró en su nombre, el pueblo también se hace llamar los korowai, para el suyo propio.
Pero la idea como tal de hacer cabañas de madera le llegó de la forma más inesperada, como a veces surgen las cosas más importantes de la vida. Un compañero de trabajo le preguntó cómo construir una sobre un bello nogal y ahí se hizo la luz: ¿por qué no fabricar cabañas ya listas para ser montadas con unas sencillas instrucciones y de la forma más sostenible con los bosques y el planeta?
Cortesía corowai.es
Corowai es sencillamente eso: el diseño y fabricación de cabañas de madera de distintos modelos y medidas con un concepto de construcción novedoso donde prima lo hecho a mano y la filosofía slow wood. Jorge se siente ante todo un hacedor de cosas y eso es justo lo que ha conseguido, dar forma a refugios para mayores, niños, parejas… Gente enamorada de la naturaleza que podrá disfrutar de ella, observar aves, presenciar un atardecer, ver las estrellas, escuchar el silencio de la noche, leer o jugar… Siempre bajo una máxima: sin dañar el árbol que la sustenta ni el entorno.
Un proceso constructivo pausado, sintiendo la madera
Aunque Jorge Fernández de Mendiola no se defina como un carpintero, sino un hacedor de objetos especiales que de niño también jugaba a vivir en los árboles, desde luego comparte el amor y respeto que este oficio desprende por tan noble material. El proceso constructivo de estas cabañas solo es concebido de un modo; fabricándolas sin prisas, disfrutando cada minuto del proceso, empleando herramientas manuales para carpintería tradicionales y de calidad junto a herramientas eléctricas para obtener trabajos finales impecables, profesionales, que cumplen todos los requisitos exigidos.
Cortesía corowai.es
Para él y su socio ha sido prioritario esta visión de ver la madera y su relación con ella, el placer de trabajar con el material sintiéndolo y observando cómo se comporta y transforma, manejando tiempos más relajados. Por eso su concepto de producción es limitado, no ha nacido para ser masivo y eso les permite ofrecer una estructura perfectamente controlada de principio a fin, confiable.
Un lugar que es casi un templo para la madera, con bancos de trabajo, cepillos de carpintero y el resto de equipamiento necesario y donde solo se emplean materiales con calidades elevadas. Y es que fabrican estas cabañas para condiciones extremas y las peores niveles de humedad, como las que se dan en su tierra, Vitoria. La madera escogida procede de bosques de Soria, donde se trabaja de forma respetuosa y sostenible para garantizar su supervivencia. En concreto, todas las estructuras están fabricadas con maderas con certificado FSC y tratamiento autoclave para exteriores.
Cortesía corowai.es
Montadas sobre pinos, robles y otras especies
Para hacer realidad estos refugios, montarlos en las copas de los árboles que pueblan nuestra geografía con todas las garantías, el pino y el roble son las variedades más favorables donde desplegarlos. La razón es que estas construcciones precisan un diámetro de tronco generoso y unos 3 metros libres de ramas desde el suelo, recomendando una altura máxima de 2 metros sobre el suelo para su montaje. Cuando es superior, es necesario adoptar las medidas habituales de prevención de riesgos para trabajar en altura.
Cortesía corowai.es
Ahora bien, cuando se trata de otras especies arbóreas estas cabañas también son aptas, pero planteando otros diseños y soluciones. Lo importante es asegurase de que el estado general del árbol escogido sea bueno, que presente un tronco firme y duro, nunca debe sonar a hueco, además de ser frondoso, sin problemas visibles en sus hojas y con las raíces bien enterradas. Cuando existen dudas, un análisis fitosanitario del ejemplar puede bastar para descubrir si estamos ante el árbol idóneo o no.
Sin taladrar, medir ni cortar, listas para ser montadas
Pensar que cualquier persona puede montar estas cabañas de forma autónoma, sin la ayuda de nadie y siguiendo el manual de instrucciones que incluye, sin duda ha sido otra prioridad para Corowai. Esa fue la idea originaria; ayudar a quien quiera a cumplir esa ilusión de tener su cabaña particular.
Cortesía corowai.es
Existen tres modelos con distintas medidas -Etxola, Begira y Oinarri- con sus correspondientes certificaciones, aptos para diferentes árboles y su concepto de montaje en kit no repara en detalles. Viene preparado para no tener que taladrar, ni medir ni cortar, y además con las instrucciones y herramientas precisas.
El cliente las recibe desmontadas, pieza a pieza, ya preparadas para ser ensambladas siguiendo los pasos del proceso de montaje (el tiempo estimado es de unas 12 horas). Un momento emocionante donde la persona decide seguir adelante solo o bien prefiere el valioso asesoramiento de Jorge con una llamada de teléfono. Siempre guía a sus clientes encantado de participar en el proceso, porque contratar el servicio de montaje es otra opción.
Cortesía corowai.es
Equipadas para contemplar las estrellas o vivir una aventura
Disfrutar de estas construcciones es una experiencia inolvidable para cualquier loco de la naturaleza y aunque su enclave favorito sea un bosque, también han sido concebidas para adaptarse en alojamientos rurales, campings, jardines particulares y observatorios de la naturaleza.
Cortesía corowai.es
Por dentro, sus comodidades son las justas, las que podemos contar en una tienda de campaña, aunque con el equipamiento necesario para garantizar estancias únicas, buscando vivir aventuras y disfrutar del momento. Desde escaleras de cuerda o rígidas para acceder a su interior, a ventanas para ver unas magníficas vistas y tejados transparentes que dejan pasar la luz y al mismo tiempo aíslan del agua y el viento.
Cortesía corowai.es
A Jorge y al resto de su equipo les encantan los árboles y las cabañas para observar su belleza desde ellas casi con la misma ilusión que la de un niño. Una parte esencial de un público que busca deleitarse con la naturaleza, admirar vistas panorámicas inmejorables… Casi tanto como ellos haciendo realidad su sueño.