Seducida por el mundo de la ebanistería
Hacer realidad esos sueños de niña de diseñar muebles, previamente imaginados. Ensuciarse las manos con materiales como la madera, lanzarse a crear sillas y mesas como los que hacía de cartón para sus hermanas con ese talante impulsivo que define su personalidad. “De pequeña yo no veía la tele, pedía dinero a mis padres para comprar cola”, confiesa.
Apenas han pasado dos años y medio desde que inició su negocio, Laal (laal.es) y sin embargo no recuerda cómo era su vida anterior. Primero lo compaginó con su trabajo de ingeniera industrial hasta que decidió volcarse en él solicitando la baja voluntaria en su empresa, aunque implicara renunciar a ochos años de antigüedad. Todo para dar ese giro de ciento ochenta grados a su vida.
El taller: su fábrica de la creatividad
En él ha logrado cumplir su sueño, diseñar y crear sus propios muebles hechos a mano para una cartera de clientes cada vez más amplia y sensibilizada con la importancia de apostar por lo perdurable. Definirse como carpintera le produce un gran respeto, ella acaba de llegar a este mundo y entiende su trabajo más como una forma de vida en la que ha descubierto la madera, gracias a ella se ha podido integrar en el universo de la artesanía.
Han sido concebidos con gran amor y mucho sacrificio detrás personal, familiar, etc. “Animo a la gente a que sea valiente para poder vivir de su hobby, sobre todo a las mujeres que quieren iniciarse en ser carpinteras y ebanistas”, afirma entusiasmada.
Esta joven artesana se atreve con cualquier pieza, no le asusta ni el tamaño ni la dificultad que pueda entrañar. Cabeceros, mesitas, estanterías, escritorios, muebles auxiliares… No se echa atrás con ningún encargo, por singular que sea, y cuando surgen barreras físicas, tira de ingenio. Una prueba de ello es el botiquín de madera que realizó por encargo para un médico.
Una historia de amor con la madera
A nivel estético, reconoce que el nogal europeo y el cerezo son brutales. Son especies que regalan tonalidades y vetas sorprendentes y cuando son cepilladas continúan ofreciendo detalles preciosos. Al margen de la madera elegida por el cliente, Isabel disfruta de este oficio y de todo lo que tiene de manual sin renunciar a la maquinaria de calidad.
Diseños duraderos para clientes concienciados
Muchos de sus clientes tienen las prioridades bastante claras cuando le hacen un encargo, que lo barato sale caro. Otros, en cambio, sencillamente son amantes de la madera y no faltan los que dan vía libre a su creatividad. Con todos establece una estrecha complicidad desde el momento que se inicia el pedido, el proceso es muy cercano y empático y los tiempos de entrega de los muebles se han ido acortando.
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